Cuando alguien en tu equipo tiene algo de experiencia pero aún le falta confianza o habilidades específicas para sobresalir en su rol, es momento de pasar de la dirección estricta al enseñanza activa. Este es el estilo enseñar (S2) dentro del liderazgo situacional, un enfoque que combina orientación detallada con apoyo emocional para ayudar a las personas a crecer y superar obstáculos.
Este estilo es ideal para aquellos momentos en los que las personas tienen competencia parcial, es decir, están comenzando a dominar ciertas habilidades, pero su compromiso o confianza puede fluctuar. Aquí, tu tarea como líder es enseñar mientras refuerzas la motivación, asegurándote de que el equipo no solo aprenda, sino que también se sienta respaldado en el proceso.

¿Cuándo usar el estilo enseñar?
El estilo enseñar funciona mejor en situaciones donde las personas:
• Tienen un conocimiento básico o inicial de la tarea, pero aún necesitan orientación para realizarla correctamente.
• Están motivadas para aprender, pero se sienten inseguras sobre sus capacidades.
• Se han enfrentado a dificultades previas y necesitan apoyo para recuperar la confianza.
Por ejemplo, piensa en un colaborador que ha asumido un nuevo proyecto relacionado con su área de experiencia, pero que involucra herramientas o procesos que no domina completamente. Este es el momento perfecto para enseñar, guiándolo con paciencia mientras lo animas a dar lo mejor de sí mismo.
Cómo aplicar el estilo enseñar
Si vas a adoptar este estilo, aquí tienes algunas claves para hacerlo de manera efectiva:
1. Equilibra dirección y apoyo
Enseñar no significa dirigir cada paso ni dejar completamente libre a la persona. Se trata de encontrar un equilibrio entre guiar y permitir que la persona explore. Es importante que ofrezcas instrucciones claras, pero también fomentes la iniciativa y la creatividad.
Por ejemplo, si alguien está aprendiendo a presentar informes ejecutivos, puedes guiarlo con ejemplos y plantillas al inicio, pero también pedirle que agregue su propio enfoque o estilo. Haz comentarios constructivos, como: “Tu estructura es sólida. Ahora, prueba añadir una sección de conclusiones para reforzar el mensaje.”
2. Brinda retroalimentación constructiva
La retroalimentación es una de las herramientas más poderosas en el estilo enseñar. En lugar de señalar solo los errores, enfócate en destacar lo que la persona hace bien y ofrece sugerencias específicas para mejorar. Esto no solo refuerza la confianza, sino que también impulsa el aprendizaje.
En lugar de decir: “Esto está mal”, prueba con: “Me gusta cómo estructuraste este punto. Para mejorar, podrías ser más específico en esta sección y añadir ejemplos concretos.” La clave está en hacer que la persona sienta que está progresando.
Si quieres profundizar en cómo dar una retroalimentación constructiva, te invito a que leas nuestro artículo 5 pasos para una retroalimentación que transforma.
3. Crea espacios para el aprendizaje
El estilo enseñar implica más que simplemente dar instrucciones; también significa crear oportunidades para que las personas aprendan a través de la experiencia. Esto puede incluir:
• Asignar tareas desafiantes con supervisión cercana.
• Organizar capacitaciones o talleres específicos.
• Facilitar espacios para que hagan preguntas y compartan ideas.
Por ejemplo, puedes involucrar al equipo en sesiones de aprendizaje en las que todos trabajen juntos en resolver un problema real. Esto no solo fomenta el aprendizaje colaborativo, sino que también refuerza la motivación.
4. Refuerza la confianza
En esta etapa, la confianza de la persona es clave para avanzar. Si siente que sus esfuerzos no son valorados o que sus errores se magnifican, es probable que su motivación disminuya. Reconoce su progreso, incluso si es pequeño.
Un comentario como: “Sé que esta es una tarea compleja, pero me encanta tu disposición para abordarla. Estás mejorando con cada intento” puede ser suficiente para motivar a alguien a seguir adelante.
5. Involucra a las personas en las decisiones
Aunque aún necesita orientación, esta es una gran oportunidad para comenzar a involucrar a la persona en las decisiones relacionadas con su tarea. Pregunta cosas como: “¿Qué enfoque crees que funcionaría mejor?” o “¿Cómo adaptarías este proceso a nuestro equipo?” Esto no solo fortalece su confianza, sino que también la hace sentir valorada como parte del equipo.
Errores comunes al usar el estilo enseñar
Aunque este estilo tiene muchos beneficios, hay errores que debes evitar para que tu enseñanza sea efectiva:
• Subestimar las capacidades de la persona: Dar demasiadas indicaciones o supervisar en exceso puede ser desmotivador. Aprende a soltar poco a poco y permite que la persona experimente y aprenda por sí misma.
• Centrarte solo en lo negativo: La enseñanza no debe basarse en corregir continuamente. Si no destacas los logros, por pequeños que sean, podrías desalentar a la persona.
• Falta de paciencia: Aprender lleva tiempo. Evita frustrarte si los resultados no son inmediatos y concéntrate en el progreso constante.
En síntesis: enseñar es inspirar
El estilo enseñar no se trata de dictar ni de imponer. Es un acto de equilibrio: guías, pero no haces todo por ellos; enseñas, pero dejas espacio para que descubran. Cuando enseñas con intención, creas no solo colaboradores más competentes, sino también personas más seguras y motivadas.
Como líder, este estilo te permite impactar directamente en el desarrollo de tu equipo. Al combinar apoyo emocional con orientación técnica, te conviertes en alguien que no solo logra resultados, sino que inspira a otros a alcanzar su máximo potencial.
Recuerda, liderar no es solo llevar a un equipo hacia una meta, sino también ayudar a las personas a crecer en el camino.¿Has tenido que aplicar el estilo enseñar con tu equipo? ¿Qué desafíos o aprendizajes has encontrado en el proceso? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios y sigamos creciendo juntos!