Liderar no siempre significa dar instrucciones o decirle a la gente qué hacer. A veces, lo que un equipo realmente necesita no es más dirección, sino apoyo, motivación y confianza para seguir avanzando. Aquí es donde entra el estilo apoyar (S3) dentro del modelo de liderazgo situacional.
Este enfoque es ideal para personas que ya tienen la competencia técnica para hacer su trabajo, pero su compromiso puede fluctuar. Tal vez han perdido la motivación, se sienten inseguros o simplemente necesitan que alguien los escuche y les recuerde que son capaces. En este punto, el papel del líder cambia: deja de ser un instructor y se convierte en un facilitador.

¿Cuándo usar el estilo apoyar?
El estilo apoyar es clave en situaciones donde:
• La persona sabe cómo hacer la tarea, pero no parece estar comprometida con ella.
• Hay señales de falta de motivación o inseguridad, a pesar de tener la capacidad de ejecutar bien su trabajo.
• El colaborador está atravesando un periodo de cambio y necesita apoyo emocional o reconocimiento.
• El equipo necesita tomar más decisiones, pero aún no tiene total confianza en hacerlo por sí mismo.
Por ejemplo, imagina que un miembro de tu equipo que solía ser entusiasta y proactivo empieza a evitar tomar iniciativas. Sabes que es competente, pero algo está apagando su energía. En lugar de simplemente exigir resultados, este es el momento perfecto para escuchar, entender y ayudarlo a recuperar su confianza y compromiso.
Cómo aplicar el estilo apoyar
Si decides usar el estilo apoyar, aquí tienes algunas estrategias para hacerlo de manera efectiva:
1. Escucha y entiende lo que ocurre
Cuando alguien con experiencia comienza a dudar o a perder motivación, es fundamental comprender qué está pasando antes de actuar. Tal vez se siente sobrecargado, no ve el impacto de su trabajo o simplemente no se siente valorado.
En lugar de asumir, acércate con preguntas abiertas como:
• “¿Cómo te sientes con tu trabajo últimamente?”
• “¿Hay algo que te esté desmotivando o preocupando?”
• “¿Cómo puedo apoyarte mejor en este momento?”
A veces, solo el hecho de ser escuchado puede hacer una gran diferencia en la actitud de una persona.
2. Refuerza la confianza y el reconocimiento
El reconocimiento no es solo para quienes están aprendiendo. Incluso los más experimentados necesitan saber que su trabajo es valorado. Un simple comentario como “Lo que hiciste en este proyecto fue excelente” puede tener un gran impacto.
Además, si detectas que la persona está dudando de sus propias capacidades, recuérdale sus fortalezas y logros previos. Algo como: “Sé que este reto es complicado, pero ya has manejado situaciones similares antes y lo hiciste muy bien.”
3. Brinda autonomia, pero mantente disponible
En este punto, no necesitas decirle a la persona exactamente qué hacer, pero sí estar ahí para guiar y brindar perspectiva cuando lo necesite.
Una forma de hacerlo es permitirle tomar decisiones, pero dejando claro que puede contar contigo si lo requiere. Por ejemplo:
• “Confío en que puedes manejar esto, pero si en algún momento necesitas apoyo, estoy aquí para ayudarte.”
• “Si quieres discutir ideas antes de avanzar, dime y nos sentamos a revisarlo juntos.”
Este tipo de acompañamiento genera confianza sin hacer que la persona se sienta presionada o supervisada en exceso.
4. Involucra al equipo en las decisiones
El estilo apoyar también implica dar espacio para la participación y la colaboración. En lugar de tomar todas las decisiones por ellos, hazlos parte del proceso. Preguntas como:
• “¿Cómo crees que podríamos mejorar este proyecto?”
• “¿Qué solución propondrías para este problema?”
Este enfoque no solo les devuelve la sensación de control sobre su trabajo, sino que también fomenta la creatividad y el sentido de pertenencia en el equipo.
Errores comunes al usar el estilo apoyar
Si bien este estilo es muy poderoso, hay ciertos errores que pueden restarle efectividad:
• No hacer preguntas y asumir que la persona simplemente “perdió interés”: Muchas veces, la desmotivación tiene causas profundas que deben abordarse.
• Brindar apoyo en exceso: A veces, por querer motivar, un líder puede terminar interviniendo demasiado. Recuerda que el objetivo es que la persona recupere su autonomía, no que dependa de ti para cada decisión.
• No hacer seguimiento: Si ofreces apoyo y luego desapareces, el mensaje que das es que no era importante. Asegúrate de hacer seguimiento y demostrar que realmente te importa su bienestar y desempeño.
En síntesis: el apoyo como herramienta de liderazgo
El liderazgo no es solo sobre resultados; también es sobre las personas. Usar el estilo apoyar no significa dar soluciones fáciles, sino brindar el espacio, la confianza y el impulso necesario para que cada persona vuelva a dar lo mejor de sí misma.
Ser un líder que apoya no significa que tienes que resolver todo por los demás. Se trata de mostrar que crees en su capacidad, que estás disponible cuando lo necesiten y que su crecimiento y bienestar son importantes. Cuando aplicas este estilo con intención, no solo ayudas a las personas a superar momentos de duda, sino que también fortaleces la relación con tu equipo y construyes un entorno de trabajo donde todos se sienten valorados.¿Has tenido que aplicar el estilo apoyar con alguien de tu equipo? ¿Qué estrategias te han funcionado mejor? ¡Comparte tu experiencia en los comentarios y sigamos aprendiendo juntos!